Teresa Enríquez y la peste de 1519-20. Arqueología del hospital de la Santísima Trinidad en Torrijos
06 - Abr - 2020 | Audema
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Desde el noviembre de 2018 nuestros Departamentos de Arqueología y Recursos Culturales están trabajando en la rehabilitación del Hospital de la Santísima Trinidad de Torrijos que fue construido con motivo de la peste que asoló nuestro país entre 1519-20. Teresa Enríquez una mujer excepcional levantó dos Hospitales con criterios modernos e higienistas, en un tiempo “record” y además los dotó financieramente para su sostenimiento futuro.
Fotografías aéreas de las obras del Hospital al inicio de los trabajos y en la actualidad
Torrijos. La villa de Teresa Enríquez -1492-1529-
En 1492 Teresa Enríquez y su esposo Gutierre de
Cárdenas empezaban la construcción del monasterio franciscano de Santa María de
Jesús, inspirado en San Juan de los Reyes. La muerte de Gutierre en Alcalá de
Henares, el 31 de enero de 1503, no supuso la paralización de los trabajos,
sino que Teresa acometió una ingente obra levantando otro convento más, dos
hospitales, un palacio y una colegiata. Esta frenética actividad constructiva
supuso la transformación completa de un pequeño burgo medieval en la primera
villa quinientista de nuestro país. El impacto de lo construido sobre la
superficie de los existente y la novedad de muchos de los espacios erigidos
desde el punto de vista arquitectónico, la apertura de plazas, la aplicación de
criterios higienistas…una auténtica revolución. Teresa Enríquez fue además
mecenas, coleccionista…dotada de una enorme cultura y de gran sentido
práctico dotó estos espacios económicamente. Esta circunstancia permitió la
continuidad de su legado hasta las desamortizaciones del siglo XIX y los
inicios del siglo XX.
Desgraciadamente, todo lo que había generado
Teresa fue arrasado en unos años fruto de la incultura y la codicia de unos
pocos. Sus edificios arruinados y despojados, arrebatada primero su cultura
mueble y después la inmueble. Sin embargo, el siglo XXI nos ha traído la
recuperación y conservación de muchos de los espacios levantados por Teresa. Un
hito es la rehabilitación del Hospital de la Santísima Trinidad que nos tiene
que llevar a incrementar ese legado en Torrijos, así como el conocimiento de
una mujer excepcional, Teresa Enríquez, hasta ahora injustamente tratada y
desconocida a pesar su ingente legado.
Retrato de Teresa Enríquez despojándose de sus riquezas
Torrijos, espacios construidos por Teresa Enríquez.
El
Hospital de la Santísima Trinidad
La
fundación del Hospital de la Santísima Trinidad aparece recogida en la cláusula
43 del testamento de Don Gutierre de Cárdenas (fol. 36, cod. 6), encomendándolo
a su esposa Teresa Enríquez. Se aconseja que se levante próximo al monasterio
frasciscano de San María de Jesús. Sin embargo, éste se levantará a las afueras
de la villa, junto a la puerta de Toledo, y recibirá una importante dotación
económica. La fecha de su fundación va ligada a los episodios de hambrunas y
pestes de 1519-20, que conllevó la fundación de dos Hospitales, el de la
Consolación -1525- sito extramuros y el de la Santísima Trinidad en torno a
1526.
La
planta de la construcción se adecúa al callejero existente, a la entrada del
primer recinto defensivo de Torrijos, seguramente en el espacio dejado libre
por la judería. Es obra ex novo,
excepto las crujías sur y oeste. La iglesia, bien orientada, preside el
conjunto, a los pies el espacio hospitalario. Un patio, con un claustro de dos
alturas. Al norte, al oeste y al sur tres amplias estancias. Existía una
segregación por sexos de los enfermos, además se daba por disposición de la
fundadora de comer a todos los peregrinos que pasaban. La adaptación del patio
al callejero existente condicionó la forma trapezoidal.
El
personal estaba constituido por un cirujano, un mayordomo y seis oficiales.
Teresa Enríquez instituyó la Hermandad de la Santísima Trinidad, de la que eran
cofrades los principales de la villa. De su administración se ocupaban cuatro
diputados y el mayordomo.
El
edificio siguió con su función fundacional los ss. XVI a XVIII. La invasión
francesa supuso su primera destrucción, a lo que se suman los procesos
desamortizadores -Antes había sufrido los embates del sismo de Lisboa (1755)-,
que ha sido estudiado en colaboración con el IGME. Después de la Guerra Civil
española, en 1941, ocuparon el edificio las Hermanas de la Caridad de Santa Ana
de Torrijos hasta 1976, fecha en que fue abandonado, porque amenazaba
ruina.
En la
ocupación del Hospital podemos distinguir varias fases de trasformación del
espacio.
Época
Bajomedieval
Las crujías oeste y sur, así
como el atrío y el patio sur tienen una cronología bajomedieval, fueron
reaprovechadas por Teresa Enríquez para la construcción del Hospital. Para ello
se elevaron las techumbres del piso superior, se colocó un piso intermedio a
diferente altura, así como se abrieron nuevos vanos. Testigo de esa época son
algunos azulejos con la estrella de David, que deben fecharse en el siglo XV.
Los símbolos veterotestamentarios no son exclusivos de los judíos, sino que
también los usaban los cristianos.
Época Moderna. Fundación de
Teresa Enríquez
Teresa que levantó el Hospital
en los momentos finales de su vida y después de un ingente proyecto
constructivo, no sólo en la villa, sino también en otros espacios de España,
así como su labor de mecenazgo en diferentes aspectos. El vértice de la manzana
lo ocupa la iglesia del Cristo. El claustro y la crujía norte, ahora derrumbada
se adosaron a espacios ya existentes.
La fachada del Cristo y del
Hospital daban al sur, a la entrada de Toledo, la principal. Resulta curioso
que Teresa utilizase para su decoración una venera, como los spolia de
Abd al-Rahman III en la Puerta de Alcántara de Toledo. La fachada seguramente
colapso con el terremoto de Lisboa y la pieza se reutilizó para macizar el piso
inferior.
Época Contemporánea
El edificio sufrió con el
terremoto de 1755, pero se mantuvo en pie y fue macizado. Sufrió la Guerra de
la Independencia y sobre todo las desamortizaciones. En los inicios del siglo
XX fue tabicado y macizado y sus suelos sobreelevados.
Testigo de la modernidad es un
suelo de hormigón de 1927, con inscripción y adornos con martillina que dice:
AÑO 1927HIZO EL PISO AURELIO MARTIN SIENDO CAPELLAN D. FERMIN ESCRIBANO.
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