Hoy en día estamos acostumbrados a ver el parte meteorológico de manera habitual, es habitual verlo en la televisión, en nuestro móvil, escucharlo en la radio y ya prácticamente lo damos como algo habitual en nuestra vida diaria.
La entrada de DANAs o de Intrusiones de partículas saharianas pueden afectar de manera importante las medidas de contaminación, hoy en día gracias la información que aportan tanto las cientos de Estaciones Meteorológicas como la información que envían los satélites meteorológicos nos dan una fiabilidad y nos permiten planificar dentro de lo que cabe las campañas de medida o bien corregir o eliminar datos.
Pero como empezó, quien fue el primero que organizo un servicio de información meteorológica…gracias a la ilustración del Siglo XVII y a la aparición de los diferentes de “clubs” de Ciencia: Royal Society en UK o la Academie en Francia, por ejemplo. Varios científicos empezaron a recorrer el mundo con barómetros y termómetros, y mas importante aun empezaron a anotar sus medidas, esto permitió que se empezara a relacionar los cambios barométricos y de temperatura con la llegada de diferentes frentes meteorológicos.
En un principio había pocas estaciones meteorológicas, los equipos de medida eran rudimentarios, solo se encontraban en las principales ciudades europeas y la comunicación entre ellas como era de esperar no era todo lo rápida que se podía desear.
Pero es en este momento cuando a mediados del Siglo XIX, concretamente en el 1854 se establece en UK por recomendación del almirantazgo y de la Royal Society un nuevo departamento del Board of Trade, este departamento bajo la jefatura del Comandante Robert Fitzroy se dedicaría a recolectar los datos del tiempo en la mar, como un servicio a la navegación.
Robert Fitzroy fue el capitán del Beagle, el famoso barco que tuvo como naturalista a Charles Darwin, y que en su viaje permitió al a este recopilar los datos con los que publicar su archiconocido “Origen de las Especies”, la relación entre Fitzroy y Darwin fue en un principio amistosa pero se fue enturbiando con los años, debido a ciertas desavenencias personales. Muy recomendable el libro “Hacia los confines del mundo” de Harry Thompson, novela que retrata la vida de ambos y sus conflictos.
Fitzroy estableció una serie de estaciones costeras, que aprovechando la aparición del telégrafo remitían la información a la oficina central y esta a su vez emitía un pronóstico que era enviado a los principales puertos del país. Fitzroy se enfrentó a múltiples dificultades: baja financiación, tuvo que pagar sueldos y material de su propio bolsillo; además de que los equipos utilizados no eran como era de esperar por la época muy precisos; había pocas estaciones y su vez no había conexión con otras estaciones en otros países. Todo ello hacia que sus pronósticos fueran poco precisos, se calcula hoy en día que sobre un 40% de probabilidad de acierto. Esto hizo que recibiera muchas críticas y que no se le hiciera mucho caso a sus pronósticos. Fitzroy no solo por esto si no por otras desgracias personales entro en una grave depresión lo que finalmente le llevo al suicidio.
Posiblemente si su trabajo hubiera sido apoyado y hubiera tenido acceso a mas recursos hubiera conseguido establecer un parte meteorológico mas preciso, finalmente el tiempo le ha dado su lugar en la historia, siendo como ha estado muchos años a la sombra de Darwin, su trabajo hoy en día se reconoce como fundamental en nuestro día a día.
Hoy en día podemos seleccionar por internet que estaciones nos interesan y ver los datos al momento, podemos ver modelizaciones de pronósticos, podemos acceder a históricos de datos, podemos acceder a los datos de los diferentes satélites, hay estaciones tanto para uso profesional como aficionado, hay tanto webs oficiales como webs para aficionados donde subir o descargar las medidas…pero no hay que olvidar que todo empezó con un pequeño grupo de personas tomando datos a mano y transmitiéndolos mediante un telégrafo.
