La Red Natura 2000 es la piedra angular de la política de conservación de la biodiversidad en la Unión Europea. Este conjunto de espacios protegidos, como las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y las Zonas Especiales de Conservación (ZEC), tiene como objetivo asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats de interés comunitario más valiosos y amenazados en Europa. Por esta razón, la Ley 21/2013 de Evaluación de Impacto Ambiental exige la realización de un análisis de las afecciones sobre la coherencia y cohesión de los espacios pertenecientes a la Red Natura 2000.
En AUDEMA, seguimos un protocolo detallado que hemos diseñado para analizar las afecciones a los espacios de la Red Natura 2000, con el fin de garantizar la generación de documentos claros y completos que permitan una tramitación más veloz y la solicitud de la menor cantidad de requerimientos posibles por parte de la administración.
El primer paso, tras la presentación del proyecto y los antecedentes de este, es la presentación de los espacios Red Natura (ZEPAs, ZECs y LICs) localizados en un radio de 10 km. Para ello lo ideal es utilizar Sistemas de Información Geográfica, que permitan calcular con precisión las distancias entre el proyecto y los espacios de la Red.
Posteriormente se procede a la introducción de cada espacio, para ello se presenta un nuevo apartado para cada uno de ellos donde se sintetiza la información oficial presente en los diferentes planes de gestión.
La información fundamental a detallar serán las especies presentes en el área protegida y los motivos que han llevado a la integración del lugar en la Red Europea, o lo que es lo mismo, sus objetivos de conservación.
Otros elementos a desarrollar podrán ser los usos humanos que se están llevando a cabo en el paraje o sus principales amenazas.
En algunos casos, la realización del inventario puede llegar a resultar laboriosa y repetitiva, pues habrá que revisar las categorías de protección de cada una de las especies en cada uno de los espacios. Por lo que será de especial ayuda la utilización de bases de datos programadas con antelación para permitir la consulta por lotes, generando de forma organizada, rápida y efectiva la información requerida. Por otra parte, resulta también interesante la utilización de inteligencia artificial para mejorar los tiempos destinados a la sinterización de la información en los textos.
Tras analizar los espacios presentes en la red actual, toca preguntarnos: ¿esta red va a ser siempre así? Claramente, no podemos saber la respuesta, pero sí podemos analizar quiénes son los candidatos que están siendo propuestos para entrar a formar parte de la red, por qué están siendo propuestos y dónde se encuentra cada uno de ellos, o, lo que es lo mismo, la coherencia a largo plazo de la red. Para saber esto, debemos volver a utilizar nuestro sistema de información geográfica para representar las IBAs (Áreas Importantes para las Aves) propuestas por SEO/Bird LIFE y las ZIM (Zonas Importantes para los Mamíferos) propuestas por la SECEM.
Por otra parte, será posible inventariar la cohesión de los espacios de la Red utilizando los corredores ecológicos designados por WWF en su Informe “Autopistas Salvajes”, así como la infraestructura verde designada por la administración autonómica para el cumplimiento de la Estrategia Nacional de Infraestructura verde.
Tras inventariar las ZEPAs, las ZECs, las ZIMs, las IBAs, los corredores y la Infraestructura Verde, es el momento de representar toda la información de nuevo en un GIS para asegurar la ausencia de afección directa con alguna de ellas.
Tras realizar esta sencilla confirmación queda responder a varias preguntas. ¿Puede afectar de algún modo a los objetivos que llevaron a la inclusión del espacio en la red europea? Por ejemplo, uno de los objetivos puede ser el fomento de la conectividad. ¿Puede afectar de algún modo a la fauna que se reproduce en los espacios de la red? Por poner un ejemplo, unos aerogeneradores situados en la cercanía a alguno. Por último, debemos plantearnos si afecta a algún hábitat de interés comunitario situado el exterior de la Red Natura, en caso afirmativo, ¿qué extensión de hábitat afecta con respecto a las ubicadas en los espacios más cercanos?
La primera respuesta es sencilla, una revisión de los objetivos de conservación del paraje puede darnos la respuesta.
La segunda respuesta se complica algo más y, para responderla, en AUDEMA hemos creado tablas basadas en bibliografía científica con las distancias máximas y medias diarias de infinidad de especies de aves y murciélagos. En las mismas tablas se incluye también el hábitat de forma que sea posible “medir” las posibilidades de afección simplemente mirando las especies presentes en los espacios Red Natura más cercanos, y comparando las distancias al paraje y las distancias de vuelo y las comunidades vegetales que se van a alterar con la ejecución del proyecto y las utilizadas para cazar por parte de la especie.
Para responder a la tercera pregunta, necesitamos recurrir una vez más a los sistemas de información geográfica, que nos permitirán hacer un Clip con las capas pertinentes para poder calcular la extensión. Posteriormente, dicha área se compara con las hectáreas de ese mismo hábitat de interés comunitario situadas en el interior del paraje según su ficha oficial.
Solo en base a la realización de los análisis anteriores podremos saber si existe afección alguna sobre la coherencia y cohesión de los espacios integrados en la Red Natura. En caso de existir dicha alteración, según se indica en la Ley 21/3013 para la evaluación del impacto ambiental será necesario proponer una serie de medidas compensatorias para la Red Natura, que son distintas a las medidas compensatorias del proyecto y deberán ser ejecutadas en el interior del paraje.
