En el último año, el esfuerzo conjunto del Ministerio de Transición Ecológica y las Comunidades Autónomas ha logrado un avance significativo en el sector de las energías renovables, tramitando 1.351 permisos para proyectos que suman aproximadamente 46.714 MW de nueva capacidad instalada. Esta expansión, desvelada por Alter5, una plataforma especializada en la financiación de renovables, representa una inversión estimada de 35.000 millones de euros en España.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece la instalación de 33.640 MW de energías renovables hasta 2030. Con la incorporación de los 46.714 MW proyectados, España superará holgadamente estos objetivos, especialmente en lo que respecta a la energía solar fotovoltaica, lo que hace necesaria la colaboración de las consultoras como AUDEMA, para llevar a cabo estudios ambientales que permitan una instalación fotovoltaica segura para el entorno.
En julio, la energía fotovoltaica se consolidó como la principal fuente del mix energético español por tercer mes consecutivo, aportando un 24% del total. Le siguieron la energía nuclear (20,8%), la eólica (17,4%), el ciclo combinado (13,1%) y la hidráulica (9%). Este liderazgo subraya el creciente papel de la solar fotovoltaica en la transición energética de España.
A pesar de estos hitos, la fotovoltaica enfrenta desafíos importantes, siendo el precio de la energía el más destacado. La rápida proliferación de instalaciones fotovoltaicas ha intensificado la competencia en el sector, lo que ha llevado a una reducción del precio al que se puede vender la energía solar. Este fenómeno, acentuado en algunos momentos del día por la naturaleza intermitente de las energías renovables como la solar, genera fluctuaciones en los precios, afectando la rentabilidad de las plantas.
En 2023, esta reducción de precios ya afectó a algunas empresas del sector, como “Holaluz” y “Solarprofit”, que han enfrentado serios problemas financieros. Si no se toman medidas correctivas, esta situación podría empeorar a partir de 2026.
Para mitigar estos desafíos, una de las medidas más efectivas podría ser el fomento Sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS). Estas instalaciones son tan comunes en algunos países como E.E.U.U., Chile o Australia, permiten una distribución más equilibrada de la energía generada, reduciendo la competencia en horas pico y estabilizando los precios de la energía solar.
La tramitación ambiental de los BESS se realiza por vía simplificada (Real Decreto 445/2023). Por lo que contando con la ayuda de AUDEMA es posible finalizar este proceso en tiempos reducidos, minimizando riesgos y retrasos.
Otra solución en auge es la hibridación de la energía fotovoltaica con otras fuentes renovables, como la eólica o la hidráulica. Esta combinación permite a las instalaciones continuar produciendo energía incluso cuando una de las fuentes no está disponible, optimizando el uso de los recursos y mejorando la estabilidad del suministro.
La tramitación ambiental para proyectos de generación híbrida varía según las fuentes de energía que se deseen combinar, ya que actualmente no existe una normativa específica para este tipo de instalaciones. Sin embargo, es posible acortar los plazos con el apoyo de consultoras ambientales como AUDEMA, que cuentan con amplia experiencia en la gestión de proyectos de energías renovables y un profundo conocimiento de los procedimientos legales y normativos en España. Esto nos permite optimizar el proceso, garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y agilizar los trámites.
A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, la energía fotovoltaica seguirá enfrentando retos en el mix energético español. Sin embargo, con la implementación de soluciones innovadoras y la creciente integración de otras fuentes renovables como la eólica y el hidrógeno verde, la fotovoltaica continuará siendo un pilar clave en la transición energética de España.
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