Cuando se habla de emisiones contaminantes siempre se suele hacer referencia a emisiones de CO2, CH4 o compuestos sulfurados, pero hay un gas al que no se le ha dado la importancia adecuada y éste es el NH3 (amoniaco).
Es un compuesto químico cuya molécula consiste en un átomo de nitrógeno (N) y tres átomos de hidrógeno (H) de acuerdo con la fórmula NH3. El amoníaco, a temperatura ambiente, es un gas incoloro de olor muy penetrante y nauseabundo. Se produce naturalmente por descomposición de la materia orgánica y también se fabrica industrialmente. El amoniaco es producido naturalmente en el suelo por bacterias, por plantas y animales en descomposición y por desechos animales. Este es esencial en muchos procesos biológicos.
La exposición a los gases como el amoniaco tiene efectos directos sobre la salud de las personas que se encuentren más cerca de su punto de emisión. Y, a nivel más leve, pero constante, afecta a toda la población, que respira el aire contaminado.
A concentraciones elevadas produce irritación de garganta, inflamación pulmonar, daño de vías respiratorias y ojos. A medida que aumenta la concentración puede llegar a producir edema pulmonar o producir la muerte. El amoniaco gaseoso puede producir irritaciones en la piel sobre todo si ésta se encuentra húmeda, además puede llegar a producir quemaduras y ampollas en la piel al cabo de unos pocos segundos de exposición cuando las concentraciones atmosféricas superan las 300 ppm.
A nivel ambiental, junto con el SO2 y los NOx, el NH3 provoca acidificación de los suelos; El NH3 puede reaccionar con estos ácidos para formar partículas de sulfato amónico y de nitrato amónico. Además, debido al ciclo del nitrógeno el NH3 puede generar N2O (óxido de nitrógeno) que contribuye al calentamiento global y a la destrucción de la capa de ozono.
Los gases acidificantes se dispersan y pueden permanecer en el aire durante varios días y ser transportados a largas distancias, provocando efectos en zonas muy alejadas de su fuente de emisión. El problema de la acidificación trasciende las fronteras, por lo que es preciso combinar iniciativas nacionales e internacionales para reducir las emisiones de estos gases.
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) publicó a finales de 2021 los datos preliminares de la serie 1990-2020 del Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero y otros Gases contaminantes.
De los cinco contaminantes atmosféricos con objetivos de reducción de emisiones, todos los contaminantes cumplen en el año 2020 con el compromiso de reducción fijado para España a excepción del NH₃. En 2020, las emisiones del NH₃ han aumentado un 0,7% con relación a las de 2005, cuando el compromiso fijado por la normativa comunitaria es de una reducción del 3%.
Las emisiones de NH₃ en 2020, generadas en un 96,7% por las actividades agrícolas y ganaderas, aumentaron un 2,7% a nivel nacional respecto al año anterior, fundamentalmente por un incremento de los fertilizantes nitrogenados inorgánicos (incluye la fertilización con urea).
Todo esto muestra la necesidad de un aumento en el control de las emisiones de este contaminante y para ello AUDEMA ofrece a sus clientes la posibilidad de realizar mediciones de NH3 de diversas formas de manera precisa y segura según sus necesidades.
AUDEMA realiza mediciones de NH3 tanto en aire ambiente como en emisiones canalizadas.
Para emisiones canalizadas se sigue el método indicado por la norma UNE-EN ISO 21877:2019, una norma reciente que mejora mucho el muestreo en chimenea de este contaminante.
Para aire ambiente AUDEMA puede realizar dos tipos de muestreo según sea más adecuado a las circunstancias de la instalación. Un muestreo de método interno basado en la norma NIOSH 6015 issue 2; 6016 issue 1 y en la Instrucción de trabajo de la Comunidad de Madrid ATM-E-ED-05 o bien muestreo mediante captadores pasivosbasado en la Instrucción de trabajo de la Comunidad de Madrid ATM-E-ED-07.
